DEFINICIÓN
Las inmunodeficiencias primarias constituyen un grupo heterogéneo
de trastornos de carácter hereditario con defectos
intrínsecos en las células del sistema inmune. Se caracterizan,
principalmente, por un aumento en la susceptibilidad a infecciones
usualmente causadas por agentes de baja patogenicidad.
Se presentan en la mayoría de los casos en niños, en los primeros
años de vida.
CLASIFICACIÓN
En su primer informe de 1.428 pacientes, Zelasko et al.[2] reportó
que las deficiencias de anticuerpos eran las predominantes
(58%), seguidas por las inmunodeficiencias celulares
primarias y de anticuerpos asociadas con otras anormalidades
(18%), los síndromes de inmunodeficiencias primarias asociadas
con disfunción de los granulocitos (neutrófilos) (8%), los
trastornos de los fagocitos (9%), la inmunodeficiencia celular
y de anticuerpos (5%) y los defectos del complemento (2 a
5%).
INCIDENCIA
Se estima que la incidencia de las inmunodeficiencias primarias
es de 1 por 10.000 nacidos vivos.
Señales de alerta para detectar tempranamente las
inmunodeficiencias primarias;
1. Dos o más neumonías en el último año.
2. Cuatro o más otitis en el último año.
3. Historia familiar de inmunodeficiencias.
4. Estomatitis a repetición o candidiasis por más de dos meses.
5. Abscesos a repetición o ectima.
6. Un episodio de infección grave (meningitis, sepsis,
osteoartitis).
7. Infecciones o parasitosis a repetición.
8. Alergia respiratoria.
9. Colagenosis o enfermedad autoinmnune.
10. Fenotipo clínico de inmunodeficiencia.
Con el análisis de las presentaciones clínicas y de los
hallazgos de laboratorio se ha logrado agrupar a las
inmunodeficiencias primarias humanas en una serie de
síndromes en los cuales es posible reconocer disfunciones en
cada uno de los componentes del sistema inmunológico.
Hasta la fecha se han definido, aproximadamente, cien
enfermedades por deficiencias inmunológicas. La clasificación
la realiza periódicamente un grupo de investigadores
de la Organización Mundial de la Salud (WHO Scientific
Group)[4]. En Latinoamérica, el Grupo Latinoamericano para
las Inmunodeficiencias Primarias (LAGID), constituido en
1993 por doce países, tiene como objetivo estudiar la frecuencia
de las inmunodeficiencias primarias en varias regiones
del continente americano y aumentar el conocimiento
sobre las mismas.
Laboratorios diagnósticos, pruebas inmunológicas según
etapa de complejidad
Primera etapa
Hemograma.
Linfopenia, eosinofilia, trombocitosis.
Cultivos para el germen causante*.
Pneumocystis carinii, Cryptococcuss neoformans, Aspergillus
fumigatus, Candida albicans, CMV, VSR, herpes, adenovirus.
Electrofóresis de proteínas.
Hipogammaglobulinemia menor de 500 mg/dl en fracción
gamma, agammaglobulinemia menor de 200 mg/dl, fracción
beta refleja el complemento.
Radiografía de tórax.
Tomografía computarizada de senos paranasales o de cortes
finos de pulmón.
Árbol genealógico.
Segunda etapa
HIV.
En pacientes mayores de 2 años, pruebas de sensibilidad retardada*.
PPD, candidina, tricofitina, toxoide tetánico.
Subpoblaciones de linfocitos T por citometría de flujo, porcentaje
y valores absolutos.
CD3, CD4, CD8, CD16, CD19, CD56.
Inmunoglobulinas: G, A, M, E.
Subclases de lgG, G1, G2, G3, G4*.
Isohemaglutininas
Reducción NBT, Burst respiratorio (citometría, fluorescencia),
para evaluación de células fagocíticas.
Si no hay deficiencia cuantitativa humoral y persisten las
infecciones recurrentes, se debe evaluar la función de los
anticuerpos en respuesta a los antígenos por la vacuna de
paperas, hepatitis B, rubéola, neumococo, Haemophilus, etc.*.
Hormonas tiroideas, adrenocorticales, calcio, fósforo, pruebas
de función hepática y renal, química sanguínea.
Complemento CH50, C3, C4 inhibidor de C1 estearasa en la
electrofóresis de proteínas se visualiza en la fracción beta.
Tercera etapa
Evaluación funcional en cultivo de las células mononucleares,
estímulos con mitógenos (PHA, ConA, PWM), estímulos con
antígenos (candidina, toxoide tetánico).
Fenotipificación de HLA (antígenos de linfocitos humanos)
en afectados y familiares de primer grado para evaluar la expresión
de las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad
(CMH).
Cariotipo
Determinación enzimática de ADA (adenosín deaminasa), PNP
(purina nucleósido fosforilasa).
Expresión de las moléculas de la membrana de los leucocitos;
receptores de citocinas.
Western blot para evaluar la expresión de las proteínas de
señalización intracelular Zap-70, JAK-3.
Estudio genético molecular[5].
* No se hace en el Hospital Universitario San Ignacio; es
proyecto de desarrollo.
CONCLUSIÓN
La presente revisión nos muestra que, pese a una importante
utilización de los servicios médicos y debido a la
incidencia de 1 por 10.000 nacidos vivos, el diagnóstico
de los pacientes con inmunodeficiencias primarias en nuestro
medio está lejos de ser una sospecha rutinaria, por lo
menos, en los pacientes que refieren haber presentado graves,
diferentes o múltiples infecciones recurrentes. Además,
su cuidado tiene una repercusión importante en los
servicios de atención en salud.
Por consiguiente, la amplia variedad de enfermedades encontradas
en las inmunodeficiencias primarias obliga a que el
estudio tamizado de la población en riesgo se deba considerar
como una opción práctica inmediata y se debe estimular más al
médico general y al especialista a pensar en la posibilidad de
estar frente a un paciente con afección inmunológica, sin esperar
a que los cuadros clínicos muestren la historia natural de
la enfermedad en sus presentaciones terminales y al deterioro
del paciente a altísimo costo individual, familiar, social y económico.
TOMADO DE: ORTEGA M.C., GENERALIDADES SOBRE INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS
http://med.javeriana.edu.co/publi/vniversitas/serial/v46n2/generalidades%202.pdf
http://med.javeriana.edu.co/publi/vniversitas/serial/v46n2/generalidades%202.pdf